1 Samuel 16:6-7 (Apariencias)
“Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
Cuando pretendemos mostrar cuan espirituales somos, cuando pretendemos engañar a los demás diciendo que oramos, que ayunamos, que leemos la Palabra, que andamos en santidad y que caminamos en integridad… Lo que buscamos es la pleitesía de los hombres, que nos rindan tributo, que se nos respete y se nos admire…
Que deleitoso es recibir temporalmente honra y gloria de los hombres… pero que lamentable es que por una eternidad el Señor nos deseche porque nunca fuimos de Él!
“Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” (Jeremías 17:10)
Un antes y un después
Cuando aceptamos al Señor en nuestras vidas dejamos de vivir de apariencias para empezar a vivir en verdad e integridad
“Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias. No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón.” (2 Corintios 5:11-12)
“Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.” (2 Corintios 2:17)
¿Por qué Pablo decía esto? Porque
“… si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17)
Un hijo de Dios entiende que
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20)
Pablo no buscaba quedar bien con alguien o aparentar algo… él solo deseaba agradar a Cristo porque antes andaba ciego y perdido… ahora había sido transformado, había recibido perdón… Su vida tenía sentido ahora!! por tanto, !Vivía agradecido!
Caminar en apariencias es vivir una vida de máscaras, una vida sin identidad
Es no ser auténticos. Nos hace apartarnos del Manantial de Vida que es Cristo donde tenemos vida y en abundancia para pasar a vivir de las sobras de la honra y gloria de las personas.
Hoy es un buen día para dejar de ser esclavos de la apariencia, miserables y pordioseros de los hombres y convertirnos en verdaderos hijos de Dios.
¿Creemos en el Señor Jesucristo?
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” (Juan 8:31-36)
¿Queremos seguir viviendo de apariencias o deseamos ser auténticos hijos de Dios?
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!